Siendo Adventistas del Séptimo Día de toda la vida, líderes y activos en la iglesia, dueños de un lucrativo negocio, en 2008, luego de la sacudida mundial de la economía, comprendimos que todo lo que se tiene, en un momento se puede perder. Luego de esto comenzamos a leer y estudiar la Biblia y Espíritu de Profecía; y nos convencimos de dos cosas: primero, que necesitábamos poner atención a la Reforma Pro Salud y segundo, salir de nuestras deudas para ubicarnos en el campo. En el 2010 comprendimos que el modelo de enseñanza bíblico para nuestras hijas, es por excelencia la educación en el hogar.  En el 2012 comprendimos el tema de la verdadera adoración y la música correcta. En el 2013 vendimos todo lo que teníamos, compramos una finca y por fé en el 2015 nos ubicamos en las montañas del Oeste de Puerto Rico, específicamente en el pueblo de Las Marías.

Desde ese tiempo hasta hoy hemos vivdo por fé, como dice el apostol Pablo (Heb 10:38).  Dios nos ha sostenido, nunca ha fallado la promesa desde que decidimos probar a Dios, buscándo poder servirle enteramente. El ha añadido todo lo que hemos necesitado (Mat 6:33).  Tal como le pedimos a Dios, en nuestro ministerio hemos podido motivar a familias que nos han visitado, a ubicarse en el campo.  También hacer cambios de estilo de vida y dar la verdadera relevancia al instrumento más relevante para redimir, es a saber: la familia y por ende a levantar sus propios ministerios.